No soy una sommelier. No encontraría las palabras exactas para describir el matiz exacto de tu fisonomía, ni las restricciones de tu aroma.
Sólo sé que cuando llego rendida y quejumbrosa, recuerdo las fiestas de los últimos días y el abrazo en la alborada y tu camiseta de tirantes.
Y esta mirada se agita, se vuelve bizarra como el de la sal en el fuego.
Imagen: Perro semihundido, Francisco de Goya.
martes, agosto 25, 2009
Sonidos crepitantes
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1 Mordiscos:
te leo desde mi trabajo...
atrás quedó la burocracia, un soplo de aire fresco tu escritura..te echaba de menos...
la musa está de tu parte, es fácil darse cuenta...
un beso
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