martes, agosto 04, 2009

Sinfonías urbanas





He dejado el mapa sobre el escritorio. Ahí permanece infatigable y persistente, negándose a marchitarse. Repleto de heridas y apuntes.
Lo observo con reverencia.

El tiempo no se ha parado.
Pienso en mis manos atadas, a estas horas es lo que toca. Pienso en ti y te extraño.

Y me pregunto si sería capaz de desmadejar una vida del instante, de su frecuencia, de una luz.





Fotografía: Alfred Stieglitz

2 Mordiscos:

Darkblue7 dijo...

El tiempo nunca para... nunca.

Mordisquitos dijo...

En los sueños nunca se puede retornar por el camino que hemos andado. No obstante, los recuerdos siempre nos alcanzan allá adelante.