Tentaciones carnavalescas

Dice el diccionario que en Carnaval se celebran regocijos bulliciosos.
Y a mí me parece que todos andamos mirando de reojo los viejos papeles que no han borrado sus letras de amor.
¿Estamos perdidos?

Consuela , al menos, que solamente en estas fechas suceda que la más guapa chica play-boy con pelos en las piernas pueda besarte sin pudor dejando un rastro de carmín y barba de varios días sobre el rostro.
Y el zumo con pantumaca al mediodía.

Pero el regocijo, tan jubiloso, tan de alegrías expansivas en manada, se vuelve un tanto torpona al día siguiente . Me gustan demasiado los gin con esa tónica schweppes como para convivir lúcidamente con el día que ya atardece amebante y sufridor tras la fiesta.

Mi cabeza , exhortativa, me suplica que cesen las marañas.
Tenemos que hablar. Es lo que se suele decir en estos casos, cuando lo importante se impone ante las circunstancias.

En tiempo de máscaras hay quien se arranca la careta de tirante blanco y sin venir a cuento te deja la piel en las manos como aquel de la Capilla Sixtina derretido por el fuego del inframundo.



Feist : 1,2,3

Imagen: Pierre Molinier