En tu casa siempre había una mesa llena de colores de la que todos nos servíamos. Dejábamos el rastro de nuestras huellas en azul cerúleo, rojo cadmio, amarillo ocre, verde cobalto por cada rincón oscuro, tiñendo de violentos aletazos nuestras manos, tus palabras.
Al principio entraba en silencio, mirando al suelo, convocando el misterio para que no me regalaras el color equivocado. Siempre me quedaba muda de hermosura y sólo podía imaginarme gritando que el mundo lo hacíamos nosotros, que me ayudabais a mirar, a darle nombre a los espacios.
Yo no sabía jugar y resoplaba bajito al enjambre de lapiceros caídos en mis manos, que ardían como el fuego, me diluían como el agua...no faltaba quien pedía siempre una línea bien curvada , una figura realista, un tono más limpio que los otros...y tú siempre paseabas altivo observando los colores ajenos, las tintas que sobresalían con tus ritmos.
Con el tiempo aprendí a aliviar mis flaquezas arrastrando tu gesto sobre mis hombros, porque entonces dejaba de observar aquellos pedacitos ajenos para construir caminos invisibles que tú y yo compartíamos: la pálida, decías, la pálida...
...Y me convencías de que se podía decir, se podía hacer, se podía ser.
Como en el cine, la imagen de mis botas rojas sobre la hierba anunciaban un mar de colores quebrantando mis pasos.
En la calle, tropezamos igual que el sonido que asoma en las voces, y regresé a mis tardes de tizas y pintura en tu casa...y recuperé ,en tus ojos, la memoria de aquello que rompiéndonos nos junta, perdiéndonos nos encuentra.
La NüBe
miércoles, noviembre 22, 2006
El juego de la vida
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4 Mordiscos:
Qué precioso óleo te ha quedado, en serio.
Perfecto para releerlo y colgarlo del salón de casa.
Muchos besos.
Pd: Conoces la canción "Your favorite music" de Clem Snide? me encanta.
Es una gozada que alguien te ayude a descubrir que tienes en tus manos la posibilidad de pintar el mundo con las formas y colores que desees. Me encanta ese grito que impulsa a convertir la nada en espacios, el vacío en sustancia.
Hay juegos que uno debe aprender, aunque le tiemblen las manos al comienzo, ya que después descubres que en ti se escondían más posibilidades de las que nunca soñaste :)
Un abrazo muy fuerte
"Para..." gracias por tus palabras, siempre eres muy amable.
Y sí conzco esa canción de Clem Snide y supongo que me gusta más todavía porque reinvindica de alguna forma el derecho a sentirte especial simplemente con una canción que entristece.
Isthar, tienes toda la razón...supongo que a veces necesitas que alguien te ayude a descubrir algo que ni siquiera tú sabes que existe y que sin embargo fluye dentro, en silencio...y sólo hay que sacarlo fuera y disfrutar.
Yo llevo un tiempo descubriendo que mis manos pueden plasmar lo que hasta ahora sólo batía en mi cabeza..y es maravilloso.
Un beso enorme, chicos.
Por cierto, el cuadro es de Matisse, y se llama el juego de la vida...ojalá lo hubiera pintado yo!!!
Queremos leer cositas tuyas nuevas ^_^
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