Domingo de resurrección

Fernanda Cohen




Hace unos instantes que me he levantado.
Belle & Sebastian vuelven a revolotear en el ambiente, algo huele a vida.




Mi niño, todavía duerme enroscado sobre su manta azul. Y ahora pienso que siempre me escondo en su casa cuando el corazón tiembla, cuando mis manos se cansan...y él siempre consigue que no pierda la cabeza o la paciencia.

A veces hacemos cosas raras, como carreras de declamación o de poesía, bebemos vino, y jugamos a adivinar películas, pasamos horas escuchando la misma canción, hasta coincidir en el diagnóstico...leemos a Peter Pan para asustar las tormentas.


Es mi amigo, mi ángel de la guarda, mi compañero, y el único hombre que no molesta cuando duerme a mi lado....Sé que no siempre lo digo, pero sus abrazos me salvan, su palabra me salva, su presencia me salva, y aunque Los versos de Capitán no sean míos, en muchas ocasiones nos han servido en el amor, los amigos, las ausencias.
Y esta mañana de domingo, son tuyos, mi querido amigo, por soportarme, por quererme, por darme cobijo y felicidad.

"El viento de la vida allí te puso.
En un principio no te vi: no supe
que ibas andando conmigo,
hasta que tus raíces
horadaron mi pecho.
(...)
Así fue tu presencia inadvertida,
hoja o rama invisible
y se pobló de pronto
mi corazón de frutos y sonidos."

Pablo Neruda


Los domingos son mejores a tu lado.
Resurrección.


La NüBe