Es tarde ya, demasiado, para el despertador y mis neuronas. Pero no puedo dormir.
Sobre la mesa, el periódico ,con dos hileras raídas de papel, acumula el polvo de estos días.
He dejado de pintar. Observo los cuadernos de Guarro desde arriba, con el desdén del que se acusa - y condena - por molicie y hastío.
Me digo que mañana es hoy todavía, por no callar, por excusar lo inexcusable, para no tener un motivo más para el insomnio y la dermatitis.
Supongo que hay días que convivo con dos pies izquierdos y me da por tropezar con las esquinas de mi vida, directas al bazo, las canillas.
Y me embobo con los surcos de luz que se cuelan a través del cristal de mi escritorio. Viajes a ningún lugar.
Fin de un viaje infinito. Deluxe
Foto: Bogdan Jarocki
martes, abril 08, 2008
A ningún lugar
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
5 Mordiscos:
Creo que era Picasso quien decía que la inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando.
Así que ánimo que seguro mañana te levantas con los dos pies derechos.
Un beso
Compañera mordisqueadora. Desgraciadamente, sé demasiado bien lo que eso de tener a menudo los dos pies iguales. Siempre puedes andar con las manos.
Saludos.
el texto como siempre conciso y denso, lleno de lecciones, pero ciertamente hay dias donde los vijaes dan circulos decadenetes que nos dejan donde estabamos al comienzo, y no importa eso, lo que veo trascendental es que podamos aprender algo asi sea de la NADA...
dios te benidga querida
un beso
Hoy es siempre todavía, querida.
Besos
No pintes. Escribe más. O hazte una foto con la cara pegada a la almohada. En blanco y negro nos gusta más.
Publicar un comentario