domingo, diciembre 09, 2007



















A las mujeres impar el cuerpo se nos vuelve huevo y cada gota de lluvia, cada golpe de sangre, retumba sobre nuestra piel laminada como si los nudillos de dios llamaran a las puertas del cielo.

De tan omnipresentes nos hemos vuelto invisibles.



















Uncertain times. The Raveonettes


Ilustraciones Dean Nastaffo

3 Mordiscos:

Dr. Espinosa dijo...

Su última frase es como para aplaudirla.

38 grados dijo...

Precioso texto, tomatita. Aunque me he quedado con muchas ganas de saber cómo son las mujeres pares....
un besazo

Shh... dijo...

Menudo don el de la omnipresencia...