Puzzles

Supongo que debería saber navegar ,como hacen los buenos pintores, entre la oscuridad y la luminosidad y no eludir lo que reprende o insidia.
Aquel que elude las sombras elude lo que es la gloria del arte, que diría Leonardo.
Pero yo no soy más que lo que hay, y ni Medeski, Martín and Wood colocaron la guinda a mis días de feria.

Es curioso, noviembre se enrosca como esas caracolas de playa que biselan el suelo por donde pisamos, hace frío y aunque algunos digan lo contrario, el suelo está más firme cuando hiela. Es la termodinámica de mi vida.

Sucede que cuando aplico las leyes de la lógica, el péndulo que relaciona nuestro alimento se diluye entre la gente como el azucarillo en el café caliente. El punto empapado y deshecho de mi ánimo pilota, entonces, un buque fantasma.

Ciertamente no entiendo el engranaje de esta máquina precisa que se ajusta a mi piel ni en qué lugar se encuentra el efímero resquicio de luz que desatina mis sentidos y nos hace vivir.En qué rincón encontramos la esperanza.

Me asaltan ,de nuevo, viejas preguntas y a pesar del revuelo de instantes en la incógnita de mis propios duelos ¿quien dijo que no sea útil para las hambres del espíritu?






Foto: Rolfe Horn

La NüBe