jueves, noviembre 08, 2007

Amabilidad, amabilidad, amabilidad



Despertaba en un rincón de mi pasado. No lo pensé hasta que regresé.
Aquel lugar mágico de puentes de madera , quioscos y piedra avejentada.

Me dejé arrastrar por el lienzo medieval , el olor a ziralla del alquimista y aquellas historias de artistas y bohemios que nunca conocí y que sin embargo siempre he admirado.

A menudo me sobrecogía observando el tandem acompasado de las humaredas, el humo que vincula dos manos cuando hace frío.
Y ahora no sé explicarlo.

“En la tumba de Eva:
ALLÍ DONDE ESTABA ELLA,
ESTABA EL PARAÍSO. “
Mark Twain


3 Mordiscos:

38 grados dijo...

me encanta eso de "el humo que vincula dos manos cuando hace frío"..ojalá esas dos manos de la foto se llegaran a unir...

un besazo

Jose Antonio Vallejo Serrano dijo...

Supongo que mientras algunos se crian en lienzos medievales otros lo hacemos entre barrios dormitorios de la periferia madrileña.

Para, creo que voy a vomitar dijo...

Qué bonita foto..., y las palabras huelen a orujo :)

Besos a miles.