Despertaba en un rincón de mi pasado. No lo pensé hasta que regresé.
Aquel lugar mágico de puentes de madera , quioscos y piedra avejentada.
Me dejé arrastrar por el lienzo medieval , el olor a ziralla del alquimista y aquellas historias de artistas y bohemios que nunca conocí y que sin embargo siempre he admirado.
A menudo me sobrecogía observando el tandem acompasado de las humaredas, el humo que vincula dos manos cuando hace frío.
Y ahora no sé explicarlo.
“En la tumba de Eva:
ALLÍ DONDE ESTABA ELLA,
ESTABA EL PARAÍSO. “
Mark Twain
jueves, noviembre 08, 2007
Amabilidad, amabilidad, amabilidad
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3 Mordiscos:
me encanta eso de "el humo que vincula dos manos cuando hace frío"..ojalá esas dos manos de la foto se llegaran a unir...
un besazo
Supongo que mientras algunos se crian en lienzos medievales otros lo hacemos entre barrios dormitorios de la periferia madrileña.
Qué bonita foto..., y las palabras huelen a orujo :)
Besos a miles.
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