Cuando los descreídos comienzan a casarse, los friquis a enamorarse de princesitas de la Moraleja, y los anacoretas a verse rodeados de su propia prole, no pienso en la laxitud de costumbres ni en la tolerancia intercultural, sino más bien en la marcianidad de mis rutinas, mis ideas, mis actos.
El mundo está al revés. O al menos este viernes de primavera va dando tumbos por los adoquines de mi vida sin que haya podido hacer algo para detenerlo.
No atino a diagnosticar qué es lo que ocurre, porque me parece que vivo dentro de una novela de Austen.
Supongo que había olvidado los detalles del galanteo, quizás porque mi independencia y las habituales torpezas masculinas me habían hecho olvidar que hubo otro tiempo más amable y preciso sin parecer amenazador.
La sensación de apoyar la cabeza en tí mientras bailamos una de la Washington a salvo de todo.
Ahora un placer, mañana un antojo.
Cartel: Barbara Kruger
sábado, abril 26, 2008
Cuestión de gustos
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5 Mordiscos:
pues eso, para gustos los colores, y sus gamas son infinitas! saludos!
Escucho la suave canción que has brindado a tus lectores, y veo el último párrafo en la oscuridad, como un testigo no invitado, que no puede evitar sonreír ante la calidez del momento. Saborea ese placer, mañana será otro día. Un beso.
A mi lo que me resulta muy aburrido es esto de que como a partir de lo 27 la gente se casa o así, con el de toda la vida o con el de antesdeayer, da igual, pero casi todo el mundo. Bueno eso va.., pero lo peor es que aparecen unas estructuras de amistad por parejas, en plan de que si no se tiene novio o marido, o simplemente no está ese día ya no pegas en ningún sitio y a la gente le incomodas porque es como de "qué querrá esta?" o "nosotros nos vamos ya". Pero bueno, dicen que a los 40 o así cambia porque es cuando se empiezan a divorciar todos. Es como lo del Odio separador y el Amor reunidor en plan fuerzas cósmicas cíclicas de Empédocles.
Sí, eso es cierto, mi querida Neleb, a cierta edad aquella gente que nunca habrías imaginado da un quiebro , y a mí personalmente me provoca tal revés mental que parezco la niña del exorcista. Y lo peor es que forman sectas...
Algún día tendré que hablar de ello por aqui.
Besos, guapa.
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