sábado, julio 21, 2007

Ciencia del sueño





Me llamaste cuando estaba dormida.

Llegaste como una carta de amor encerrada en una botella, como en esas películas románticas en la que los enamorados van corriendo entre la lluvia de las calles vacías en busca de unos brazos abiertos para desarmar la distancia.

Te voy a enseñar un corazón que persiste con la impaciencia del deslumbramiento.

Déjame entrar en el misterio y revolcarme en tus noches, sol de las madrugadas robadas.

Ligera palpitación, grácil deseo llamando a las puertas de mi vientre.

Metal laminado , voces con otros nombres. Levanto los párpados como si pudiera verte.

Me llamaste cuando estaba dormida, y ya no puedo borrarte de mi sueño.





La NüBe

1 Mordiscos:

Para, creo que voy a vomitar dijo...

Tengo pendiente ver esa película. De hecho la tengo, pero no encuentro el momento.

Me gustan las imagenes oníricas y tú las sabes diseñar. Son finas y se quedan en la piel de uno reposando y esperando el momento de meterse dentro.

Un beso y felices sueños :)