miércoles, febrero 28, 2007

Un vestido rojo

Así funcionan los días.

El café zarandeó mis residuos.
Salió el sol.
El cielo norteño se tiñó de azul cerúleo y blanco algodón.



Me vestí de rojo.
Caminé hasta tu casa e imaginé que eran los pies de una geisha, rápidos, pequeños, inquietos.





La NüBe

5 Mordiscos:

Para, creo que voy a vomitar dijo...

El cielo se tiñe de azul y las calles de rojo..., teñir las calles, bonito deporte :)

Un besote.

Luis Guillermo Franquiz dijo...

No sé si fue intencional, pero me sentí muy estimulado por el juego de colores que empleaste: azul... blanco algodón... rojo... Hubo una sensación de intensidad muy solapada.

tomatita dijo...

Gracias chicos, sois encantadores.

Besos

Isthar dijo...

Me has llenado las pupilas en menos de un minuto :)

Un abrazo enorme

Moaiorio dijo...

Me das el pie y yo sigo en mi cabeza. Gracias...