martes, septiembre 25, 2007

Sin barrer


Se amontonan los catarros y hoy sólo consigo ver un paseo con pocas luces.

Desde la cima de la villa observaba cómo la niebla cabalgaba hacía la ciudad hasta enterrar en humo el horizonte.

Escapé del terrible respeto que ofrecía la mar para enterrarme en algún bar con una cerveza que llevarme al estómago.


Lo cierto es que tuve tiempo para vituperar a los ilustres del club de regatas, sus fiestas de prao con lentejuelas y la ley de costas por el arco del triunfo con brillantina en los cabellos. Hoy me molesta, me irrita, todo lo que no sea libre y fresco, todo lo que no sea la simple delicadeza de una espuma espesa en el bigote.

Será porque la capital permanecía repleta y ruidosa, porque ya nunca te veo como solías, porque la celda en la que vivo es demasiado estrecha.
Será que el corsé se ha convertido en muralla.
Será que tengo la certeza de que mi tiempo debiera ser otro, menos gris, más sin lluvia.



Soy como esos palos de canela que quedan al final de arroz con leche, su aroma lo impregna todo pero ya no lo ampara el fuego...y me permito el escupitajo como una gloria, porque a veces hace falta, porque yo también me enfado, porque no sería justo decir lo contrario, que todo va bien, que la resaca no es para tanto, que los mensajes que ya no son los míos avivan la frente más que la constancia y la presencia.

Persiste en mi la idea que el calor nunca consta en acta, se desvanece sobre este rincón apagado aún cuando la esperanza mantiene el sonido inalterable de tus chinelas.

Hay palabras ,sin más, y hay sílabas que retumban en el aire y me aporrean cuando llueve sin que pueda escapar del golpe, el ruido, la noche o los sueños.







La NüBe

2 Mordiscos:

Para, creo que voy a vomitar dijo...

La magia de la lluvia crea una atmósfera un tanto deprimente... Las gotitas te hablan y muchas veces dicen cosas que no quieres escuchar.

Me encanta la canela en el arroz con leche, que lo sepas :)

Un besazo.

Anónimo dijo...

Te he escuchado esta mañana en la radio, y no parecías tan enfadada.
Estupendo, gordita, estupendo.