viernes, junio 27, 2008

Música en un tazón






Estar en el comienzo es lo que me gusta, pero de tanta anticipación todo acaba poseyendo el amarilleo de las páginas viejas, esa pátina sutil de las horas que altera las percepciones y que convierte cualquier mirada en una especie de daltonismo ingenuo que tan solo puede distinguir dos posturas: curva y recodo.






Foto: Amanecer cabo Daishi, Rolfe Horn

11 Mordiscos:

Roberto dijo...

Anticipar? ese verbo lo desconozco, mi falta de previsión es descomunal...
no tengo ganas de trabajar, me quedaba acurrado entre estas palabras...
ciao!

Mordisquitos dijo...

Curva y recodo, has resumido dos grandes concepciones del arte del siglo XX: Klee y Kandinsky.

38 grados dijo...

A veces el pre es mejor que el durante, así que un poquito de anticipación creo que sienta hasta bien. Yo a veces me harto de tanto que me anticipo, porque entonces tergiverso lo que vendrá. En definitiva, que soy un coñazo. Pero eso sí, me gustan las curvas, pero no los recodos. En los recodos podemos esconder demasiada herrumbre.

Me gusta cómo miras las palabras, tomatita. Un beso recto y lineal hacia ti.

tomatita dijo...

- Roberto, no te creas, tampoco soy muy previsora, es más una ansiedad por saber. Un placer que regreses. Besos

- Mordisquitos, vaya, no habría sacado tu conclusión al escribirlo. Será que lo del arte ya lo tengo en el subconsciente.

- Querido 38, permíteme que en esta ocasión ,y sólo por una vez, dude de tu palabra, porque no acabo de creerme seas un coñazo tal como cuentas.
Y sí, yo soy fan de las curvas aunque los recodos son un mal necesario.
Gracias por tus palabras. Y un enorme abrazo.

Isthar dijo...

Por eso al final poco importa esperar al principio, relamerse con ganas, porque será lo que tenga que ser, independientemente de lo seamos capaces e atisbar entre líneas.

Anticiparnos generalmente sólo nos lleva al inevitable error de siempre.

Un abrazo enorme, con ganas de regreso

Anónimo dijo...

yo lo quiero todo y lo quiero ahora, ¿para qué esperar? besos!!

tomatita dijo...

- Querida Isthar, bienvenida de nuevo.
Me alegra que regreses con fuerza y que te pases por este rincón como si fuera tu casa.
Sí,será lo que tenga que ser, pero es maravillosa esa sensación de inicio, de lo nuevo, de lo que vendrá, no te parece?

Un abrazo enorme.

tomatita dijo...

-Aljorista, qué alegría tenerte por aquí.
Tendría que llamarte ansioso...
Un abrazo

Anónimo dijo...

Bueno, pues a mí también me apetece hacer hermeneútica de tu texto. Y yo lo que creo es que lo que dices de la anticipación no se refiere a un rollo de ponerse a planificar sino a una especie de expectativa flotante, no expectativa de nada concreto sino de poder sentir de nuevo el segundo 0 de lo que sea. Pero que como nos vamos haciendo algo mayores en vez de sentir ese segundo 0 o 0´1, empezamos a vivir las cosas como desde detrás de una pantalla. También es verdad que igual yo entiendo tu texto así porque a mi me pasa un poco eso. Y si no acierto da igual porque así te cuento mi movida. Y además a cuento de ello voy a plantar aquí una cita de Henry Miller en relación: "Los drogados pueden ser considerados como precursores o experimentadores que rehacen incansablemente un nuevo camino de vida; pero ni siquiera su prudencia tiene las condiciones de la prudencia (...) ¿La equivocación de los drogados consistiría en que cada vez vuelven a partir de cero, o para tomar droga o para abandonarla, mientras que habría que darse un respiro, echar por la calle del medio, bifurcar por el medio? Llegar a emborracharse, pero con un vaso de agua del grifo."

Anónimo dijo...

Ah, y que como te digo en el último comentario del post anterior ¡nos vemos dentro de poco!

tomatita dijo...

- Neleb, me ha encantado leerte porque has dado en el clavo. Yo no lo habría explicado mejor. Y va a ser que ciertamente nos hacemos mayores...ay!

Un beso, guapa.