Vuelvo a casa.
Un montón de bolsos sobre el butacón rojo y libros apilados aleatoriamente sobre una mesa rebosante de detalles difíciles de matizar.
Busco una segunda oportunidad para estas manos laceradas.
Y me escandaliza tu mirada. Arropas los silencios.
¿Hubiera cambiado algo si fueran más delicadas o tibias?
A veces creo que no, a pesar de que te quedes callado en otro extremo y me sigas sin desear mi consentimiento.
¿En qué lugar te has metido? Dónde te has escondido? A qué abismo tendré que ir a buscarte?
Quédate callado al otro lado.... y esperaremos.
¨
La NüBe
domingo, mayo 27, 2007
La mitad
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3 Mordiscos:
A veces todo lo que podemos hacer es esperar... sin desesperar.
Cómprale un megáfono, cómprale valentía, cómprale determinación...
Bien. Ahora callo.
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