Qué inmensa injusticia de luz que se ha apagado de repente, que se rebela contra lo que todos esperábamos.
Me acurruco sobre una melodía conocida - hermoso paraje para este rincón sin ley - para evitar los sonidos ajenos que ,en ocasiones, enturbian mis manos, mis lamentos o sonrisas.
Silencio sonoro de la tarde que se difumina.
Carreteras sinuosas preñadas de ríos y arboledas. Celebro la risa, las carcajadas llenan mi tiempo, arcos y bóvedas, columnas y penumbra.
Me inquieta el desgarro que provoca tu presencia: “yo te vi por vez primera /en una fotografía /en que apareces entera /aunque no estabas desnuda /sino cubierta de nubes.”
Me enajena, me perturba, me embriaga, pierdo el dominio de mis sentidos.
Hay demasiada belleza fuera y cuando noto que ya no puedo más, enciendo un cigarrillo, y apoyo la cabeza sobre la cornisa hasta que el viento zarandea todas las palpitaciones, todos los pensamientos que vienen a posarse sobre mis hombros y que van a morir a los pies de un mundo mágico.
A veces me pregunto qué rincones son estos que nos remueven, que deponen cualquier ansia de misterio o fragilidad, porque son sencillamente hermosos.
El deleite tiene forma orgánica: se detiene pero nunca pervive estático porque arriesga en sensaciones.
La NüBe
lunes, marzo 05, 2007
Paisajes
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 Mordiscos:
Me gusta porque con cada post tuyo se podría hacer un mini-corto. Yo lo visualizo, en serio.
Veo belleza y sensibilidad a raudales :) (y no es peloteo!!!)
Un besote!!!
Gracias, "para...", gracias.
Eres demasiado amable.
Un abrazo.
Desde tus ojos a veces todo parece tan claro y trasparente que uno se queda sin colores que aportar :)
Mil besos, cielo
Publicar un comentario