De carne y lecturas

Camino de puntillas sobre tu nombre, a penas pronunciado, por temor a romper el hechizo de estos últimos días.

Desde que te conozco poseo demasiados detalles inconfesables, demasiados silencios que apresurar a guardar por miedo a que se me escapen a golpe de ternura o de júbilo.



Richard lindner, "Lillipop"


No sabría explicarlo y tiendo a pensar que sólo la música del azar nos ha embarcado por este camino sin baldosas.

Si te observo desde la calidez hogareña, lejos de tus rincones favoritos, de la luz de tu mirada, la certeza de esta distancia diaria me intimida: la piel, las historias, los kilómetros, me susurran al oído que mi espalda no volverá a ser el lienzo sobre el que calmarás tus dudas.

Aunque en realidad me alegra que la casualidad, los bares, las viejas historias, esas melodías de jazz que compartimos, me permitan danzar a tu lado, como un junco arrullado por las olas.

Un día me dijiste que deberíamos tener fetiches y por eso me quedo con tus manos dibujando estampas sobre las infinitas costuras que me albergan.






La Nübe