martes, diciembre 19, 2006

Cosas que pasan

A veces pasa que las palabras se amontonan en la garganta o sobre las yemas de los dedos, las sentimos murmurando en cada pequeño montículo de nuestra piel, esperando ansiosas a que la rabia o las heridas las aboquen al mundo, con su hondo sabor a cuerpo, a entrañas.






En ocasiones, pasan días, horas, bajo la epidermis, como guerrilleros entre la foresta, cuando una repentina impresión nos atrapa sin esperarlo.
Entonces, y sólo entonces, sientes el rugido ensordecedor de sensaciones a las que deseamos poner nombre, más aún, necesitamos expandir y aliviar de manera inminente...las palabras pueden llegar a quemar el mundo que nos ocupa, entorpecer nuestras pasos, dejarnos atados de pies y manos mientras el mundo bailotea alrededor.

Últimamente, mis palabras permanecen aullando bajo las uñas, en el caracoleo más profundo de mis cabellos, en la planta de mis pies cuando camino, correteando por mis brazos, en la punta de la nariz sonrosa, sobre estos labios mordisqueados con ansiosa calma.

Ocurre que a veces observo ,distraída, la cadencia de tus manos sobre la tarde y me refugio en tu mirada, que es el mundo, o me hipnotiza tu voz, tus pensamientos...y caigo bajo un extraño síndrome de Stendhal, como si fuera un turista y tú la Florencia de mis sueños.





Eres un hombre hermoso, hermoso.


La NüBe

3 Mordiscos:

Isthar dijo...

Hay muchas formas de quedarse atrapada en el hueco de la ausencia de palabras, pero sólo algunas no dañan.

Hay sensaciones, sentimientos, emociones, que las letras son incapaces de recrear, por mucho que pretendamos combinarlas o reconstruirlas. Simplemente navegan a la deriva por nuestro cuerpo y quedamos a merced de lo que nos susurran en silencio.

Y es hermoso cuando aunque no haya palabras, no importa. Cuando una mirada dice mucho más de lo que podríamos decir toda una vida. Cuando unas manos dibujan el mundo que no sabríamos explicar de otra manera.

Es hermoso sentir así :)

Un montón de abrazos muy, muy fuertes

Para, creo que voy a vomitar dijo...

Entiendo esa comunión tuya con las palabras..., anda que no me te tapado yo con ellas como si fuera una manta en el invierno que, a veces, es la vida. Ains! ;)

Un besote.

Anónimo dijo...

Es cierto lo que dice Ishtar, a veces una mirada es mucho más elocuente que cualquier palabra.