En ocasiones las canciones nos atrapan, me sucede amenudo, siempre hay un instante en que la música deja de ser lo esencial para vivir de nuevo un viejo recuerdo, una caricia, un olor agradable, un buen abrazo.
Los chicos me han dejado en barra mientras tocaban antiguas piezas de los años 50, yo los admiro por su valentia, por su destreza, por defender ,y mejor aún , por vivir el jazz como una segunda piel.
Seguramente nunca llegue a sentir con la profundidad necesaria sus pasiones, aunque lo intente, aunque adore la divinidad hecha Coltrane o Miles,tantos otros...pero en noches como esta agradezco sus dedicatorias, sus afectos compartidos en forma de melodía.
"Sobre todo deseo mis brazos sobre ti"...Chet Baker siempre será más tuyo que mío. Y no he podido evitar extrañarte.
A pesar de los esfuerzos de los chicos, deseaba bailar abrazada a tu cintura, con los pies descalzos sobre la madera, como entonces, cuando el otoño era nuestro y la lluvia no importaba.
La NüBe
miércoles, septiembre 20, 2006
Chet y tú
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2 Mordiscos:
Qué canción tan bonita. Gracias por descubrírmela..., la busco y me la bajo ya.
Las canciones se unen a las cosas, las personas, los paisajes.., a todo lo que les rodea y se convierten en un detonante de los recuerdos. A mí me pasa a menudo, y me encanta.
Un beso.
Me alegra que te guste.
Chet Baker cantaba estupendamente y tocaba la trompeta como nadie, además era un tipo apuesto, de esos que parecen esconder un inmenso torbellino en la mirada.
Un beso para ti, también.
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